Todos presentamos necesidades educativas, pero algunos estudiantes o personas presentan necesidades educativas especiales. Estas tienen un carácter dinámico, ya que aparecen entre las características propias del sujeto y lo que entrega el sistema o programa de estudio. Las NEE no están siempre relacionadas con una dificultad de aprendizaje, también pueden presentarse porque el alumno capta y aprende demasiado rápido, por lo que necesita estar avanzando y aprendiendo más cosas que los demás. Para ambos casos, deben realizarse adaptaciones curriculares y buscar la metodología o estrategia de trabajo adecuada para poder satisfacer aquellas necesidades educativas especiales.
La denominación NEE hace referencia a aquellos estudiantes que presentan alguna de las siguientes dificultades:
- Necesidades sensoriales o físicas que puedan afectar a su desarrollo, como la discapacidad auditiva, visual o motriz.
- Discapacidad intelectual o cognitiva que implique una limitación en las habilidades que necesita la persona en su vida diaria.
- Superdotación intelectual, pues las personas con altas capacidades intelectuales también tienen necesidades específicas de apoyo educativo.
- Trastornos mentales, de conducta o de comunicación.
- Dificultades sociales o emocionales específicas.
- Situación sociofamiliar disfuncional.
- Otros casos de inadaptación: cultural, lingüística, etc.
Como podemos ver, las NEE no siempre implican una dificultad de aprendizaje. También pueden presentarse cuando el estudiante aprende a un ritmo más rápido que los demás. En cualquier caso, es necesario realizar las adaptaciones curriculares pertinentes y encontrar la metodología adecuada para satisfacer cada una de las necesidades educativas especiales. Además, siempre deberán tenerse en cuenta tanto los deseos de los propios alumnos como los puntos de vista de sus padres.
Tradicionalmente se ha
usado el término “integración” para aludir a la inclusión de las personas con
Necesidades Educativas Especiales (NEE) en el sistema educativo. Sin embargo,
Booth y Ainscow (2002), autores del Index for Inclusion (Guía para la
Evaluación y Mejora de la Educación Inclusiva es la versión española), pre!eren
el término de “Educación Inclusiva” frente al de “Integración del Alumnado con
Necesidades Educativas Especiales” por ser menos restrictivo. Paralelamente,
advierten de que al etiquetar a un alumno con NEE se generan expectativas más
bajas por parte de los docentes para estos alumnos y se corre el riesgo de
desatender las dificultades experimentadas por el resto del alumnado. En vez de
NEE, estos autores recomiendan el uso de “Barreras para el aprendizaje”.
El uso de “Educación Inclusiva” en esta publicación
responde por tanto a su vocación como herramienta de mejora de las
posibilidades de aprendizaje y participación de todos los niños y las niñas.
Ruiz (Giné, 1987) sintetiza
los rasgos comunes de este planteamiento:
· 👉 El énfasis de las necesidades educativas concebidas como "continuo", que comprende desde las más generales a las más particulares y específicas.
👉 El concepto de necesidades educativas como el hecho de precisar ayudas pedagógicas específicas para el logro de los fines de la educación.
👉 La asimilación de estas ayudas pedagógicas especificas a recursos personales, materiales y técnicos, provenientes del marco educativo.
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